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Existen muchos formatos que pueden adoptar, e incluso cursos enteros de Estrategia Empresarial en Internet, pero… háganse una pregunta solamente: ¿han visto alguna vez a un profesor universitario, master o doctor en lo que sea, llenarse de dinero (los cochinos $$$) con lo que sabe? No. El dinero está en los mercados, en manos de la gente que sabe hacer, no tanto escribir. Y si hace o escribe, lo hace en forma simple, concreta. Lo hace enfocado en ganar, no en impresionar. Short, simple and focused is beautiful.
En mis posts anteriores definimos la estrategia como el diseño del QUE (oferta) para ser preferido por el QUIEN (demanda). Se supone que un buen diseño logrará que esa preferencia se concrete en compras (y ventas para nosotros). Si no está bien diseñada la estrategia, las preferencias se irán hacia la competencia y nosotros… moriremos. Así de simple es este juego.
Hacer que el QUE encaje exactamente con el QUIEN equivale a decir que la cantidad, la calidad, el costo y el plazo de entrega (componentes de la oferta) serán lo suficientemente adecuados para que las expectativas, necesidades y costumbres de compra del QUIEN queden satisfechas e induzcan la compra. Para éso necesitamos un Plan. ¿Porqué estratégico? Porque debe extrapolarse hacia el futuro, hacia el largo plazo. Un Plan de corto plazo, digamos un año, no nos sirve cuando debemos diseñar una oferta que implica inversiones la más de las veces cuantiosas.
Un Plan Estratégico nace de la estrategia diseñada. No es una formalidad compuesta de capítulos (Introducción, Estudio del Mercado, Ingeniería del Proyecto, etc.) sino una anotación secuencial y valorada de las decisiones que se tomarán y los pasos que se darán para lograr que los componentes del QUE se ajusten a los componentes del QUIEN. La cantidad debe ser calculada de tal manera que el cliente encuentre SIEMPRE el producto en cualquier punto de venta al que acceda. La calidad debe ser controlada de tal manera que NUNCA debamos reemplazar productos en exposición. Los plazos de entrega deben ajustarse de tal manera que la competencia JAMAS nos gane un punto de venta. Y así sucesivamente. Todo éso debe traducirse en un diagrama, valorado, definido en el tiempo y en el espacio, y éso se llama Plan Estratégico. Si queremos saber cuál será la posición de nuestro negocio en 4 años más, el Plan debería ser capaz de responderlo.
Luego de varios años de ejercicio profesional en estas materias, tanto ejecutando como asesorando a empresarios en Gestión y Estrategia, a los emprendedores les daría tres orientaciones que nacen de mis vivencias:
a) el mejor Plan es el más corto y el más concreto. Un Plan que tenga más de 5 páginas, es por lo menos sospechoso. Los largos y complicados servirán para ganar el Premio Nóbel pero no para ganar dinero.
) el mejor Plan es aquel que nos permite reconocer al QUIEN cuando leemos la parte del QUE, y viceversa; es decir, cuando tanto la oferta como la demanda están alineadas y son reconocibles. La mayoría de los Planes están constituidos por una cadena de capítulos casi independientes entre sí. Cada cual es una joyita intelectual en si misma. Eso… no sirven. Son bonitos pero no sirven para ganar dinero.
c) el mejor Plan es aquel que me convence de invertir en ese negocio. Si. Aunque no seamos nosotros los dueños de la idea, si al leerlo y analizarlo decimos ¡Esto es lo que andaba buscando para aplicar mi dinero!, entonces ese es el mejor Plan. ¿Invertiría usted sus ahorros de toda la vida en un negocio en el que no cree?
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